lunes, 18 de febrero de 2019

RUTAS O VÍAS METABÓLICAS


El ATP  es la fuente inmediata de energía para producir la contracción muscular y se obtiene a través de tres rutas o vías metabólicas, las dos primeras de naturaleza anaeróbica (sin presencia de oxígeno) y la tercera aeróbica.
1.      Sistema de los fosfágenos o vía anaeróbica aláctica
2.      Glucolisis anaeróbica o vía anaeróbica láctica
3.      Vía aeróbica u oxidativa

Sistema de los Fosfágenos ATP – PC
Es el sistema de aporte energético más inmediato cuando se inicia una actividad física, se obtiene energía sin necesidad de oxígeno y sin producir sustancias residuales.
La célula muscular al iniciar el trabajo “echa mano” en primer lugar del ATP que se encuentra en el músculo para obtener la energía necesaria para la contracción sin embargo la cantidad de ATP muscular es muy pequeña (5 – 6 milimoles / Kg. músculo fresco ) y solo permite realizar un trabajo intenso durante 6 segundos. Inmediatamente después el músculo resintetiza el ATP a partir de otro compuesto que está en el músculo llamado Fosfocreatina que pierde el grupo fosfato pasando a Creatina.
La cantidad de Fosfocreatina muscular también es pequeña (16 mili moles / Kg. de músculo) y permite aportar E. para mantener el ejercicio hasta 25 ó 30 segundos.
 Si bien se agotan pronto estas reservas, también se recuperan de forma rápida en el periodo de descanso. Se recupera hasta el 80 – 90 % del valor inicial durante el primer minuto de reposo.

 Glucolisis anaeróbica o vía anaeróbica láctica
 Cuando las reservas de ATP – PC se agotan el músculo resintetiza ATP a partir de la glucosa, en un proceso químico de degradación de este azúcar que se denomina glucolisis. La glucosa que se utiliza inicialmente está dentro del músculo en forma de glucógeno muscular y posteriormente procede del glucógeno hepático o de la existente en el torrente sanguíneo.
Esta ruta metabólica se realiza en el citoplasma, tiene un rendimiento de 2 moléculas de ATP por cada molécula de glucosa y como producto desecho se libera ácido láctico, que se acumula en músculo y sangre provocando una gran fatiga muscular.
Este sistema se utiliza entre los 30 segundos y los 2 – 3 minutos de trabajo intenso.
 El acúmulo de ácido láctico resulta limitante para poder continuar con el ejercicio y precisamente una de las adaptaciones fisiológicas al entrenamiento es el aumento de la tolerancia a este compuesto.

Vía Aeróbica u Oxidativa
Los nutrientes, sobre todo glúcidos y lípidos, las proteínas solo en casos excepcionales se degradan hasta Acetil coenzima A y se introducen en la mitocondria donde se inicia una ruta metabólica en la que es imprescindible la presencia de oxígeno y en la que los nutrientes se descomponen hasta CO2 y H2 O y se obtienen en total 38 moléculas de ATP si el combustible es la glucosa y bastantes más si se utiliza un ácido graso por ej. 135 ATP si se degrada el ac. palmítico.
La producción de energía mediante esta vía se inicia cuando empieza el ejercicio pero no se completa hasta tres minutos después, aunque puede continuar mientras duren los nutrientes y llegue suficiente oxígeno a las células. Mientras el músculo consume energía la va reponiendo continuamente y se puede mantener el esfuerzo durante mucho tiempo dado que los productos de desecho son completamente inocuos para la célula (CO2 que se elimina por la respiración y agua que es un componente celular). Es la vía de aporte energético única para ejercicios prolongados que superen los 3 minutos de duración.

En resumen, se puede decir que la forma en que nuestro organismo obtiene la energía necesaria para la realización de un determinado ejercicio depende tanto de la intensidad como de la duración del ejercicio y de ahí la importancia de planificar el entrenamiento y conocer las vías de obtención de energía (sustratos energéticos).