viernes, 13 de marzo de 2015

PRANAYAMA



PRANAYAMA
Aunque está demostrado que el ejercicio físico es bueno para la salud, no siempre te es posible revitalizarte a través de él, especialmente cuando te encuentras agotado y abatido al final de un día de trabajo que básicamente has pasado sentado ante una mesa. Afortunadamente para ti, existe otra forma de alcanzar el mismo nivel de energía que el conseguido por los atletas experimentados. El nombre de ese método es pranayama, una palabra que proviene del sánscrito.
El pranayama es una ciencia para controlar la respiración, ciencia que empezó a practicarse en India hace miles de años. Las antiguas técnicas del pranayama te enseñan cómo controlar tu respiración de una forma consciente y permiten que en tu cuerpo entre más oxígeno vivificante. Con estos simples pero precisos ejercicios puedes revitalizar todo tu ser en cualquier momento y lugar en que lo necesites.
El término pranayama procede del sánscrito y consta de dos vocablos: prana (fuerza vital) y ayama (extensión). Por tanto, la traducción literal de la palabra pranayama es «extensión de la fuerza vital».
Desde tiempos inmemoriales hemos comprendido que la respiración, además de administrar al cuerpo el oxígeno necesario para la vida, aporta algo más. Cuando se controlan, la inhalación y la exhalación de la respiración limpian y purifican al individuo, y pueden calmar la mente inquieta o cargar de energía el cuerpo exhausto.

DIRGHA  PRANAYAMA. RESPIRACIÓN COMPLETA
En los niveles más elementales del pranayama simplemente aprenderás a dirigir unas cuantas respiraciones profundas hacia el abdomen. En sánscrito, esa técnica es conocida como deergha swasam (dir-ga - sua-sam), respiración profunda.
No hay otro momento como el presente. Ahora mismo, estés donde estés, respira profundamente. Inspira lenta y uniformemente a través de la nariz y dirige el aire hacia el abdomen. Mientras lo haces, siente cómo la zona de tu estómago se expande con la nueva fuerza vital que va inflando tu cuerpo. Después de aguantar el aire durante uno o dos segundos, deja que salga por la nariz al mismo  ritmo al que lo has inhalado.
Este simple ejercicio pranayámico te revitalizará en gran medida cuando te sientas cansado, deprimido o tenso. Practica este ejercicio unas cuantas veces cada día simplemente para limpiar tus pulmones de impurezas. De esta forma podrás seguir adelante con tu vida más centrado y con mayor vigor.


KAPALABHATI RESPIRACIÓN ENERGIZANTE O PURIFICADORA

Kapalabhati clarifica la mente y favorece la concentración y la calma interior. No en vano, “Kapala” significa "frente, cráneo" y “bhati” "luz, limpiar". Kapalabhati, que también se conoce como, las vías respiratorias de mucosidades e impurezas y estimula el metabolismo elevando el calor corporal.
El Kapalabhati es un ejercicio para la purificación del pasaje nasal y los pulmones. Se utiliza especialmente para controlar los movimientos del diafragma y para eliminar el espasmo en los bronquios. Por lo tanto las personas que sufran de asma lo encontrarán de mucha utilidad. Es muy útil en la cura del consumo de estupefacientes, elimina las impurezas en la sangre y tonifica los sistemas circulatorio y respiratorio. El Kapalabhati es el mejor ejercicio para estimular todos los tejidos del cuerpo. Durante y después de la práctica, es posible sentir una vibración y alegría peculiar, especialmente en los centros nerviosos de la columna. Cuando la corriente nerviosa vital se estimula a través de este ejercicio, toda la columna se convierte en una especie de cable vivo, pudiendo sentirse el movimiento de la corriente nerviosa. Se eliminan grandes cantidades de monóxido de carbono. La absorción de oxígeno hace más rica la sangre y renueva los tejidos corporales. Más aún, los constantes movimientos de ascenso y descenso del diafragma actúan de forma estimulante para el estómago, el hígado y el páncreas.
Técnica
Luego de sentarse en una posición cómoda, de preferencia en la postura del loto, toma unas respiraciones profundas.
Asegúrate de que el diafragma se esté moviendo correctamente. Durante la inhalación, el diafragma desciende y el abdomen es empujado hacia fuera. Durante la exhalación el diafragma empuja los pulmones hacia arriba y el abdomen hacia la columna. Este constante movimiento ascendente y descendente del diafragma hace que el aire entre y salga. En este ejercicio la atención se concentra en la exhalación y no en la inhalación. La contracción repentina de los músculos abdominales hace subir el diafragma y al mismo tiempo el aire es forzado a salir de los pulmones. El abdomen efectúa un movimiento de retroceso hacia adentro. Tan pronto como el aire es exhalado, relaja los músculos abdominales lo cual permite que el diafragma baje. A medida que el diafragma desciende, automáticamente entra otro volumen de aire. En este ejercicio la inhalación es pasiva y la exhalación es activa. De esta forma los pulmones, como si fueran fuelles, consiguen expulsar más aire enrarecido y dióxido de carbono.
Comienza con este ejercicio haciendo una tanda de diez o quince expulsiones. Al final de estas diez exhalaciones, toma una inhalación profunda y retén el aire la mayor cantidad de tiempo posible. Esto le dará un valor agregado al oxígeno y le aportará una vibración peculiar y placentera al cuerpo, como si estuvieras dándole un baño de energía a todo el organismo. Unos pocos días de práctica bastarán para que te convenzas con estas maravillosas y estimulantes sensaciones. Al comienzo practica tres tandas, cada una consistente en diez expulsiones y ve aumentando gradualmente el número de tandas a cinco o seis. Luego de unas semanas de práctica aumenta las expulsiones hasta veinte o veinticinco. Mantén una respiración normal entre cada tanda para obtener el descanso necesario.
Durante la práctica, concéntrate en el plexo solar y eventualmente el sistema nervioso se activará espiritualmente. Esto se manifestará a través de una sensación de pulsación en la columna y de levedad a través del cuerpo entero.


 Recomendaciones

  • Mantener la columna estirada.
  • Dejar los ojos cerrados con la atención en los senos nasales.
  • En la fase de retención se puede activar Mula Bhanda (contracción del suelo pélvico)
  • No mover los hombros.
  • Mantener las costillas relajadas de tal forma que el pecho permanezca prácticamente inmóvil durante la ejecución.
  • No contraer los músculos faciales.

Precauciones
  • Abandonar el ejercicio si se sienten mareos.
  • No realizar Kapalabhati en casos de embarazo, hipertensión arterial, enfisema y enfermedades pulmonares y cardiovasculares.

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